Con Elon Musk, X se ha convertido en una máquina de manipulación masiva. Tenemos que dejar de ser cómplices.
Vamos a recuperar el control: dejamos X y nos mudamos colectivamente a alternativas que respetan la libertad de expresión.
X (la antigua Twitter) pertenece a la vieja generación de redes sociales centralizadas que construyeron su modelo de negocio sobre la captura de datos de usuarios y audiencia. Está surgiendo una nueva generación, más compatible con la privacidad y la libertad de expresión.
En el mundo de la telefonía, cualquiera puede llamar a cualquiera, pero cada cual es libre de elegir su operador y el modelo de teléfono que mejor se adapte a sus necesidades, e incluso de cambiar de operador.
Esto no siempre fue así. Al principio, al cambiar de operador se perdía el número de teléfono y las llamadas a otros operadores tenían un recargo. Los usuarios eran prisioneros de su operador.
Una red como X (ahora Twitter) es el equivalente en redes sociales de un antiguo operador telefónico: su modelo de negocio se basa en captar los datos de los usuarios y su audiencia y Elon Musk tiene todo el poder sobre tus datos y tu audiencia.
Pero no tiene por qué ser así.
Para garantizar la libertad de expresión, una red social debe garantizar tres principios fundamentales:
Mastodon y BlueSky, en cambio, han sido diseñados para garantizar estos tres principios fundamentales, con algunas pequeñas diferencias.
A diferencia de Twitter y otras plataformas sociales centralizadas (FaceBook, LinkedIn, Insta, etc.), Mastodon y BlueSky se basan en protocolos abiertos. Básicamente, nos ponemos de acuerdo sobre lo que significa poner un recurso en línea y retransmitirlo; y luego una serie de actores proponen formas de hacer trabajo social en mundos digitales.
Como todos utilizan el mismo protocolo, todos pueden intercambiar y seguir a todos, aunque hayan elegido servicios diferentes. Cada cual es dueño de sus datos y de su identidad digital, ¡como en la telefonía moderna!
Disponer de redes sociales basadas en protocolos abiertos también tiene una ventaja considerable: la descentralización.
A diferencia de X, LinkedIn o Facebook, nadie puede comprar Mastodon o BlueSky, igual que nadie puede comprar el protocolo http:// que conecta la Web o la convención que permite comunicarse a los teléfonos. Si un multimillonario compra una plataforma Mastodon o BlueSky, sus usuarios pueden, si lo desean, migrar inmediatamente a otra plataforma Mastodon o BlueSky que les convenga más, ¡llevándose consigo sus datos y su audiencia!
Para pasarse al nuevo mundo, basta con querer Después del #20Enero, ¡se acabó el cautiverio digital!
Y HelloQuitX va a organizar la portabilidad de X a BlueSky y Mastodon para que no lo pierdas todo cuando te vayas. ¿Gracias a quién?
Con Elon Musk, X se ha convertido en una máquina de manipulación masiva. Tenemos que dejar de ser cómplices.
Vamos a recuperar el control: dejamos X y nos mudamos colectivamente a alternativas que respetan la libertad de expresión.